SÉ AMABLE CON TU CUERPO

Del bienestar al autoconocimiento

En este artículo voy a compartirte sobre la importancia de ser más amable con tu cuerpo y saber atenderlo para estar mejor, sentirnos bien y conocernos más profundamente.

Nuestro cuerpo manifiesta claramente todo lo que pensamos y cómo nos sentimos en los diferentes ámbitos de nuestra vida. Refleja nuestro estilo de vida, nuestros hábitos, si son saludables o no, si nos nutrimos adecuadamente o no. Y no me refiero solamente a la nutrición alimenticia sino también a la emocional, mental y energética. Llega a mostrarnos si nuestro sueño es reparador y si envejecemos prematuramente o no. El cuerpo tiene su propia inteligencia orgánica.

Hay estudios y experiencias que nos muestran, cada vez más, la necesidad de saber escucharnos, cuidarnos y atendernos para obtener mayor bienestar.

A través del cuerpo podemos observar, respirar y transformar lo que queremos ver manifestado afuera. Es una llave que nos da acceso a conocernos.

Pero debido al ritmo de vida actual, el cansancio físico y mental nos lleva al desarrollo de desequilibrios y enfermedades. Por eso, es necesario saber cómo relajarnos y reequilibrarnos, aunque a veces nos resulte difícil encontrar el tiempo, las ganas o incluso la persona adecuada que nos guíe (si no somos capaces de hacerlo por nosostr@s mism@s), para recuperar nuestro bienestar.

Lo primero que debemos comprender es que el cuerpo es el vehículo que disponemos para transitar esta vida y se hace necesario darnos momentos para bajar el ritmo y la velocidad en nuestro quehacer diario. 

Afortunadamente, cada vez existen más formas para cuidar nuestro cuerpo en cualquier momento del día, ajustándose a las necesidades y ritmos de vida actuales. 

Es importante saber que al movilizar nuestro cuerpo físico también movilizamos y cambiamos nuestro estado emocional. Por ejemplo, si hacemos ejercicio inteligente, caminamos en la naturaleza, practicamos la meditación y relajación activa, movimiento espontáneo, danza… estas acciones modifican cómo nos sentimos.

Para que puedas comprobarlo, te propongo este sencillo ejercicio:

Observa si estás muy agitad@ y entonces respira lenta y profundamente percibiendo como se llenan de aire tus pulmones y el movimiento en el abdomen al inhalar y exhalar lentamente. Pausa y percibe las sensaciones. Es probable que sientas mayor tranquilidad.

Pero si observas que estás demasiado tranquil@ y necesitas activarte para vencer el sopor o un cansancio ocasional, entonces respira rápido, muchas veces y de manera superficial. Sintiendo el movimiento en tu pecho. Pausa y percibe las sensaciones. Es posible que sientas mayor agitación. 

¿Por qué es necesario saber esto? Para aprender a observarnos y conocernos mejor. Y por supuesto, para poder restablecer lo antes posible nuestro equilibrio y bienestar perdido aplicando la técnica adecuada.

Recordemos que somos seres “sentipensantes”, es decir, sentimos lo que pensamos y pensamos lo que sentimos. La mente y el cuerpo están interconectados, por tanto, cuando hacemos cambios físicos, éstos nos llevan a producir cambios mentales y emocionales.

Para que las ideas fluyan, debemos calmar la mente y para ello necesitamos relajar el cuerpo. 

Te animo a que cada día encuentres espacio y tiempo para observar, respirar, mover y meditar.  Aquí te dejo 4 pasos que yo empleo en mis sesiones para que conectes con tu cuerpo y aprendas a conocerte más profundamente.

PASO 1: Observación

Para y obsérvate a través de un escaneo corporal sin juicio. Solo date cuenta de lo que está pasando en este momento en tu cuerpo: el peso en tus puntos de apoyo, el tacto de tu piel con las ropas, el olor que percibes del espacio en dónde estás, los sonidos que te llegan de fuera…

PASO 2: Respiración

Observa y percibe la respiración natural en la punta de tu nariz sin querer cambiar ni controlar nada durante unos minutos.

PASO 3: Transformación 

Dedica un poco de tiempo a mover tu cuerpo de forma espontánea al son de una música que te guste, sal a caminar, realiza cualquier ejercicio inteligente que tu cuerpo agradezca según tu etapa vital.

PASO 4: Integración

A través de una meditación guiada, sonido blanco, música binaural o simplemente siente el vacío sin hacer ni esperar nada. Es posible que en este punto aparezcan respuestas a tus inquietudes.

Y no te olvides de atender la alimentación, la hidratación y el descanso. Son aspectos vitales que nuestro cuerpo necesita para vivir saludable y plenamente.

“El mejor regalo que podemos ofrecerle al mundo es el de nuestra propia transformación”

¿Te animas a ser más amable con tu cuerpo? ¿Sabes cómo hacerlo?

Si no sabes cómo, estaré encantada de ayudarte y guiarte hacia tu mayor calidad de vida y bienestar.

Un abrazo de luz.